Galería News participa en el libro «Anhelos de un nuevo horizonte» con el foto ensayo Nicaragua despierta con ansias de democracia.
El 9 de abril de 2018, inició el incendio que arrasó con más de 5000 hectáreas de la Reserva Biológica Indio Maíz. Una de las selvas más importantes de Centroamérica y el hogar de más de 450 especies animales, ardió por días con el conocimiento de las autoridades gubernamentales sin que estas tomaran las medidas pertinentes. Centenares de jóvenes indignados por la negligencia del gobierno en el manejo de la crisis de la Reserva Indio Maíz, lanzaron un #sosindiomaíz a través de las redes sociales y salieron a protestar.
El 18 de abril, a las protestas en contra de la mala gestión del gobierno sobre el incendio en Indio Maíz se sumaron las protestas en contra del recorte del 5% a las pensiones de las y los jubilados del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS). La indignación de la juventud se volvió imparable, el hartazgo causado por la corrupción, la depredación de la naturaleza y las violaciones a los derechos humanos acumuladas, la posterior represión desmedida acompañada de tortura y asesinatos fue una de las razones por las que la juventud se insurreccionó. Organizados y no organizados, al movimiento estudiantil y juvenil se sumaron diversos sectores de la sociedad que habían decidido poner fin a un gobierno negligente y corrupto; estos sectores se levantaron con el espíritu de fundar un nuevo Estado. La presente foto-ensayo pretende impregnar en la memoria colectiva cuatro elementos claves a partir de abril del 2018: la juventud, la represión, las víctimas de la dictadura y, con un enfoque abstracto, imaginar un futuro distinto. Se presenta, en primer lugar, un breve catálogo comentado de las imágenes seleccionadas y agrupadas de acuerdo a estas temáticas, para luego dar paso a las fotografías.
Juventud
Sutiava, pueblo aguerrido. León, Nicaragua. 19/05/2018. Centenares de jóvenes se concentran en la plaza de Sutiava luego de participar en la Marcha Azul y Blanco contra el régimen dictatorial de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Fotografía de Óscar Navarrete©
Monimbó insurrecto. Masaya, Nicaragua. 13/05/2018. Un joven monim- boseño alza la bandera de Nicaragua la mañana de un domingo, luego de ser víc- tima de ataques armados por parte de la Policía Nacional y grupos paraestatales al mando del presidente Daniel Ortega. Fotografía de Óscar Navarrete©.
Los avengers de Monimbó. Masaya, Nicaragua. 13/05/2018. Un escua- drón de ayuda humanitaria, liderados por una mujer en el barrio Monimbó, re- ciben una caravana proveniente de Managua luego de enfrentar con barricadas, oraciones y morteros un ataque de 24 horas por parte de la Policía Nacional y paramilitares bajo órdenes de Daniel Ortega. Fotografía de Óscar Navarrete©.
Represión
Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (cidh), la “represión estatal” de las protestas de 2018 dejó 328 muertos, más de 2000 heridos, 516 perso- nas detenidas y unos 88 000 exiliados. El Centro Nicaragüense de los Derechos Hu- manos (cenidh) señala 1000 personas desaparecidas y otras organizaciones de de- rechos humanos refieren más de 4900 personas lesionadas durante las protestas.
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Ciudad sin ley. Managua, Nicaragua. 02/09/2018. Una patrulla de la Po- licía Nacional es utilizada para reprimir, fuerzas antimotines fuertemente ar- madas que circulan cerca de un vehículo policial incendiado durante la Marcha de “Las Banderas”. La ira popular se desató cuando un grupo de paramilitares “rafaguearon” la marcha e hirieron a varias personas. Fotografía de Óscar Navarrete©.
El rostro de la represión. Managua, Nicaragua. 23/09/2018. Antimotines de la Policía Nacional, en colaboración con paramilitares, reprimen una manifestación de civiles desarmados. Fotografía de Óscar Navarrete©.
Ángeles de la muerte. El Crucero, Managua, Nicaragua. 12/06/2018. Paramilitares del gobierno fuertemente armados con fusiles de guerra custodian la salida de El Crucero. La madrugada de ese día, un contingente paramilitar desalojó con represión y violencia desmedida a los ciudadanos auto-convocados que resistían defendiendo una trinchera. Las fuerzas paramilitares secuestraron a ocho personas y las trasladaron a Managua a las instalaciones de El Chipote, una cárcel utilizada históricamente como centro de tortura, antes por la Guar- dia somocista y en la actualidad por la Policía Nacional. Fotografía de Óscar Navarrete©.
Represión orteguista. Managua, Nicaragua. 14/10/2018. Policías agreden a un ciudadano que intentaba protestar contra la dictadura Ortega-Murillo. El aparato represivo del gobierno redujo con balas y golpes a los pocos manifestan- tes que se lograron concentrar en Camino de Oriente. Fotografía de Óscar Navarrete©.
Víctimas
En Nicaragua, a pesar de los múltiples informes emitidos por distintas organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales, se presentan cifras que varían en relación con las víctimas de la masacre. Sin embargo, Naciones Uni- das establece en su informe —de abril a junio de 2018— la existencia de 328 personas asesinadas, de las cuales la dictadura sólo reconoce 200. Cientos de hombres, mujeres y adolescentes exigen justicia para cada una de las personas que fueron asesinadas, bajo tortura, durante las protestas en las calles, en los sistemas penitenciarios y los secuestros. Los familiares de las víctimas continúan rechazando el discurso gubernamental que señala a los jóvenes asesinados como inexistentes, y se han organizado para la búsqueda de justicia, verdad, reparación y no repetición.
El dolor de madre. Managua, Nicaragua. 25/09/2018. Tania Romero, ma- dre del adolescente Matt Andrés Romero de 16 años de edad, asesinado por pa- ramilitares del régimen dictatorial de los Ortega-Murillo. Romero fue asesinado de un disparo el domingo 23 de septiembre de aquel año, mientras protestaba en la marcha “Somos la voz de los reos políticos”. Además de Romero, hubo más personas asesinadas y varias personas heridas. Fotografía de Óscar Navarrete©.
El dolor de la represión. Managua, Nicaragua. 18/09/2018. Funeral de Ezequiel Leiva, asesinado por la Policía Nacional el 28 de mayo del 2018 en la Universidad Nacional de Ingeniería. Ezequiel Leiva fue señalado por la Policía Nacional como autor del asesinato de un ciudadano estadounidense, en una estrategia para criminalizar su protesta. Estas declaraciones fueron desmentidas por su padre, ya que Leiva tenía una semana de estar en coma en un hospital capitalino cuando ocurrió el asesinato del estadounidense, producto del impacto de un disparo. Fotografía de Óscar Navarrete©.
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El día gris de la muerte. Managua, Nicaragua. 16/07/2018. Familiares y amigos participan en el funeral de Gerald Vásquez, un joven asesinado por paramilitares durante el ataque a la Iglesia Divina Misericordia el el viernes 13 de julio de 2018. Foto de Óscar Navarrete©.
Masaya bajo fuego. Masaya, Nicaragua. 13/05/2018. Así amaneció Masaya en esa mañana de domingo, luego de resistir por más de 24 horas ataques de la Policía Nacional y paramilitares del Gobierno. El resultado de la represión fue una persona asesinada: Heberto Antonio Rodríguez. En el lugar donde cayó asesinado por las balas de la Policía, vecinos levantaron un altar para honrar su memoria. Fotografía de Óscar Navarrete©.
La angustia del profesor. Monimbó, Nicaragua. 22/05/2018. Álvaro Gómez, “el profesor” de Monimbó, muestra la foto de su hijo Álvaro Gómez asesinado por la Policía Nacional el 21 de abril de 2018 en una barricada del barrio Monimbó. Fotografía de Óscar Navarrete©.
Futuro
Desde el 18 de abril a la fecha en Nicaragua, oficiales de la Policía Nacional y fuerzas paramilitares han asesinado a 27 menores de edad, este es uno de los ac- tos más atroces cometidos por la dictadura. Se han cometido más de 1000 delitos en contra de los y las periodistas con el objetivo de evitar que los medios de comunicación independientes denuncien y visibilicen las violaciones a los derechos humanos cometidos por la dictadura. A pesar de las agresiones, la ciudadanía se mantiene pacífica. Este es el mejor ejemplo de que Nicaragua busca dar un giro en su historia y no cambiar las cosas por la fuerza. La ciudadanía ahora se plan- tea alcanzar la democracia institucional a través de acciones pacíficas que garanticen a las nuevas generaciones de nicaragüenses una “¡Patria Libre y Vivir!”.
Serie Las pregoneras. Managua, Nicaragua. 20/05/2018. El 20 de mayo, luego del ataque policial a los jóvenes atrincherados en la Universidad Nacional Agraria, se realizaron protestas pacíficas en todo el país. Esta joven se presentó en la Rotonda Rubén Darío con un mensaje claro: cada joven enterrado, víctima de los asesinatos, era una semilla que se multiplicaba en otros miles de jóvenes que, como ella, seguirían protestando y ocupando sus lugares en la calle. La estrategia de represión para detener las protestas fracasaba. Fotografía de Abigaíl Hernández©.
Serie Las pregoneras. Managua, Nicaragua. 20/05/2018. Gabriela, una joven activista, inicia su recorrido hacia la rotonda de Metrocentro, cargando consigo un mensaje claro que expresa la idea de que la revolución del nuevo siglo llegaba a Nicaragua. Foto de Abigaíl Hernández©.
¡Eran estudiantes! Managua, Nicaragua. 24/05/2018. Más de 70 nicaragüenses, la gran mayoría estudiantes, fueron asesinados en el primer mes de las protestas. La violencia se volvió a salir de control y hubo enfrentamientos entre manifestantes y grupos paramilitares armados en varias partes del país. Aquel 24 de mayo, una joven estudiante daba un emotivo discurso frente a cientos de jóvenes como ella, durante una manifestación en el centro de Managua. Su dis- curso reivindicaba que los jóvenes asesinados: “¡eran estudiantes!”. Foto de Kimmo Lehtonen©.
Danza azul y blanco por la esperanza. Managua Nicaragua. 24/05/2018. El Movimiento de Madres de Abril (ama) convocó a una marcha pacífica en el centro de Managua. “¡No más asesinatos! ¡No más masacres! ¡Exigimos justicia!”, decían las pancartas sostenidas por las madres y familiares de los jóvenes ase- sinados. Aunque en ese mismo día las tropas policiales se mantuvieron en los cuarteles, al menos 5 personas murieron y docenas resultaron heridas en el país producto de los ataques de paramilitares bajo órdenes del Gobierno de Ortega. Un grupo de jóvenes bailarinas, envueltas en la bandera azul y blanco, apareció en la calle creando una atmósfera de esperanza entre los manifestantes. Una esperanza de futuro y democracia. Fotografía de Kimmo Lehtonen©.