Managua, Nicaragua, 25 de julio de 2021.-El 31 de Julio de 2020, la Iglesia Católica nicaragüense recibió un bombazo al alma, en el corazón de los templos eclesiales, la capilla de la Sangre de Cristo ubicada en la Catedral de Managua, el incendio provocado por una bomba artesanal que arrasaba con cuatro siglos de historia religiosa.
FOTOGRAFÍA DEL MES
El incendio, que según testigos fue provocado por un desconocido que penetró al templo, generó dolor, tristeza y conmoción en el país.
El venerado Jesús crucificado que existía desde 1638 , quedaba calcinado y su pueblo devoto oraba, lloraba y gritaba: «Piedad desde los cielos».
Dentro de la capilla se hacían las investigaciones periciales por parte de los bomberos, a las afueras de Catedral, uno a uno llegaba la feligresía católica, al escuchar a través de medios de comunicación sobre el «Atentado a la Sangre de Cristo», como lo denominó el cardenal Leopoldo Brenes, máxima autoridad de la Iglesia Católica nicaragüense, en horas de la tarde ese fatídico día que quedaba documentado para la historia de Nicaragua.
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Galería News, comparte esta fotografía de un grupo de fervientes creyentes que apostados a las afueras de la Catedral oraron y cantaron a la Sangre de Cristo, dando testimonio de su fe, su dolor, su impotencia y su clamor de piedad ante el acto de terror que les marcaba para siempre. Hasta la fecha se desconocen motivos y perpetradores del atentado.