1. Batas blancas y estetoscopios ¡A las calles!
Antes de 2018, Nicaragua figuraba en el Barómetro de las Américas con los niveles más bajos de participación ciudadana en el hemisferio entre 2010 y 2016. Sin embargo, en abril de 2018, el organismo registró 2,072 marchas en diferentes partes del país, a pesar de la cruda represión del régimen sandinista.
Una de estas protestas fue liderada por médicos y estudiantes de Medicina de la Universidad Americana (UAM), de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) de las sedes de Managua León y la facultad de Enfermería de la Universidad Politécnica (UPOLI).
El 27 de julio de 2018, estudiantes y personal médico de distintas disciplinas protestaron simultáneamente en los alrededores de la UAM, la rotonda de Metrocentro y las periferias de la UNAN-León, en protesta por los despidos de unos 40 médicos y personal sanitario del Hospital Escuela Oscar Danilo Rosales Argüello (Heodra), quienes se negaron a obedecer la orden de la ministra de Salud, Sonia Castro, de no atender a heridos víctimas de la represión policial.
El despido provocó una fuerte reacción por parte de la comunidad médica de Nicaragua, que incluía a 37 asociaciones gremiales. Una semana antes, el personal médico que había atendido a estudiantes y civiles heridos por armas de fuego en las protestas de mayo en Managua y otros departamentos, había sido secuestrado y detenido en Managua, León, Masaya, Chinandega y Matagalpa.
Ese día el sector salud nicaragüense protestó también por el asesinato de la estudiante de último año de carrera de medicina, Raynéia Gabrielle Lima.
Raynéia, tenía31 años, cuando fue asesinada el 23 de julio de 2018 por el paramilitar del régimen de Daniel Ortega, Pierson Gutiérrez Solís, ex soldado del Ejército Sandinista.
2. Cooperativas de taxis y cadetes en las calles
En mayo de 2018, los taxistas de Managua, Nicaragua, protestaron por el aumento de los precios de los combustibles durante cuatro semanas consecutivas. Las protestas tuvieron lugar en diversos puntos de la ciudad, incluida la rotonda de Metrocentro y la rotonda El Periodista.
Los taxistas también mostraron solidaridad con las víctimas de la represión policial y apoyaron a los universitarios que protestaban en defensa de los ancianos jubilados.
Las primeras protestas ocurrieron en Metrocentro el 7 de mayo, cuando alrededor de 150 taxis de ocho cooperativas estacionaron sus vehículos en los alrededores de la vía y bloquearon el tráfico durante dos horas. Pintaron «NO AL ALZA» en los vidrios de sus carros, ondearon banderas azul y blanco y lanzaron morteros al aire.
3. Caravanas por Monimbó se tomaron las calles
Abril y mayo fueron atroces en Masaya. Semana tras semana, policías y paramilitares salían a reprimir y al menos 27 personas habían sido asesinadas con armas de fuego. A través de las redes sociales, los manifestantes solicitaron ayuda para mantener las protestas, entonces miles de vehículos particulares, autobuses, motocicletas e incluso carretones jalados por caballos respondieron al llamado de los estudiantes para unirse en solidaridad con los residentes de Monimbó.
En Managua, las caravanas de civiles salieron de todas partes inundando distintas calles identificadas con banderas azul y blanco, muchos de los vehículos transportaban alimentos, medicinas, ropa, música y dinero en efectivo para apoyar a los residentes del histórico barrio indígena, que se habían levantado con barricadas y trincheras contra la policía sandinista.
La caravana partió la mañana del 14 de mayo por la carretera Managua a Masaya y llegó hasta la parte norte del barrio, desde la Carretera Masaya-Granada, donde los residentes despejaron las vías para recibir el apoyo de los capitalinos.
Al concluir la visita a Masaya, patrullas policiales y paramilitares en motocicletas dispararon contra la caravana e hirieron a varias personas, mientras los manifestantes de Monimbó retomaban la defensa de su zona.
Ciclistas pedalean las calles para orar por las personas asesinadas en protesta
El 3 de mayo, alrededor de 60 ciclistas de Managua y otros 50 de Masaya pedalearon por la capital hasta llegar a la rotonda Jean Paul Genie, donde depositaron flores en las cruces.
Un grupo de personas que usaron su amor al ciclismo para rendir homenaje a las más de 140 personas contabilizadas hasta entonces como asesinadas durante las protestas reprimidas por la dictadura.
Los deportistas portaban banderas, retratos de los estudiantes asesinados, cruces y banderas blancas en la caravana. Una vez en el lugar, entonaron el himno nacional, depositaron las flores y las cruces y guardaron un minuto de silencio. Los transeúntes se unieron al acto, los conductores tocaban sus bocinas y levantaban los puños en alto, y las personas a bordo de vehículos particulares ofrecían botellas de agua y refrescos.
Campesinos marchan libres por las calles de la capital
Antes de 2018, el campesinado nicaragüense era uno de los pocos sectores que se manifestaba en el país, en protesta contra la ley del canal interoceánico, que los amenazaba con despojarlos de sus tierras.
En 2018, cuando todo el país comenzó a marchar contra la dictadura familiar de Ortega-Murillo, los campesinos de cada comunidad también se sumaron a las protestas, portando banderas, cruces y pancartas, exigiendo atención social, democracia y protección estatal contra la represión sangrienta del Ejército en el campo.
Según el observatorio de derechos humanos de la Fundación nicaragüense para el desarrollo social, Funides, hasta mayo de 2018 se habían reportado al menos 356 marchas en municipios alejados de las ciudades, principalmente en Matagalpa, Jinotega, Boaco, Estelí, Río San Juan y las dos regiones del Caribe, Sur y Norte.
El 28 de abril fue impresionante ver llegar una caravana de al menos 30 camiones llenos de campesinos que bajaron del llamado «corredor del canal» a Managua, para unirse a la marcha de peregrinación por la paz organizada por la Arquidiócesis de Managua para orar por el fin de la violencia y la reconciliación.
Estudiantes de secundaria en las calles
Los estudiantes de secundaria, con sus uniformes azul y blanco, banderas y bandas de guerra, también se sumaron a las marchas y plantones de protesta en 2018. El 14 de mayo, estudiantes del Instituto Ramírez Goyena, el Instituto Manuel Olivares y otros colegios de la zona, marcharon desde los Semáforos de Linda Vista hacia la UCA; al principio, fueron acompañados por sus padres y maestros, pero en la marcha se les unieron vendedores ambulantes, vecinos de los barrios y finalmente, estudiantes universitarios de la UNAN, UCA y UNI.
Ese mismo día, otra marcha de estudiantes del Instituto Maestro Gabriel y un colegio privado del barrio San Luis, convocaron otra marcha desde los Semáforos de la Tenderí a La Prensa, pero en el camino a Carretera Norte, dos patrullas se les atravesaron para impedir la marcha. Los estudiantes, con sus mochilas y pancartas de cartulina hechas a mano, rodearon la barrera y continuaron sobre la pista marginal, hasta detenerse a corear consignas frente a la estación policial Ajax Delgado.
Unidos por las calles, no solo los estudiantes de las universidades públicas se unieron a las protestas. Cientos de estudiantes de universidades privadas se unieron en mayo a las manifestaciones con plantones y marchas internas. Una que llamó la atención fue la Universidad Católica, que pertenece a la familia del entonces magistrado sandinista Roberto Rivas Reyes; los estudiantes hicieron un plantón en los estacionamientos y otros salieron a la carretera a Masaya a ondear banderas, lanzar consignas y portar pancartas.
Los universitarios de la UAM también se sumaron, al igual que estudiantes de la Universidad de Managua y varias pequeñas como la Universidad Evangélica, Uponic, Universidad Tecnológica de Managua y Universidad de Ciencia y Tecnología. Esta última, en su sede en Carretera Norte, realizó una marcha el 15 de mayo desde su sede a las instalaciones de La Prensa, donde leyeron una proclama, lanzaron consignas, se tomaron fotos y se dispersaron nerviosos ante la presencia de una patrulla que se estacionó fuera de La Prensa.
Lo mismo ocurrió en colegios privados de secundaria y primaria, como en el Colegio Alemán Nicaragüense, el Colegio Americano, el Colegio Centroamérica, Calazans, el Liceo Franciscano y el Liceo Franco Nicaragüense Víctor Hugo, que organizaron pronunciamientos en redes sociales, marchas internas, plantones y caravanas escolares.
Barrios y residenciales salen a protestar
La expresión social de 2018 fue una de las más inclusivas de la historia de Nicaragua, algo nunca visto en décadas. De abril a julio, decenas de barrios populares cerraron sus calles y marcharon en protesta contra los crímenes de la dictadura sandinista contra la población civil.
Dos reporteros de La Prensa recuerdan algunas de esas marchas: “Nos llamaron de varias urbanizaciones de carretera a Masaya, Carretera Norte y Carretera a León para que los acompañáramos a plantones y marchitas”. “A veces íbamos y a veces no porque las marchas y plantones estaban por todos lados y no dábamos abasto”, recuerda un ex reportero de La Prensa, hoy en el exilio en Estados Unidos. Sin embargo, se levantaron informes de marchas en varios residenciales de clase media y otros de interés social.
Una de ellas ocurrió en Ciudad el Doral, carretera Nueva a León, cuyos habitantes hicieron un tranque sobre la pista el 23 de abril; el 1 de mayo marcharon a Mateare a respaldar a la Iglesia Católica y luego realizaron mítines y caravanas internas por las calles. También residentes y vecinos de residenciales cercanos marcharon el 25 de abril en caravana a la UPOLI para entregar alimentos, agua y medicinas a los estudiantes atrincherados.
Periodistas independientes salen a las calles exigen respeto a su trabajo
Un reportero asesinado de un disparo, radios incendiadas, periodistas asaltados por turbas del gobierno y amenazados por policías; varias televisoras censuradas y comunicadores golpeados y detenidos durante las coberturas.
El gremio del periodismo estaba pagando una de sus facturas más altas en décadas. En dos ocasiones protestaron con plantones para demandar respeto a sus derechos y garantías para sus vidas.
El 26 de abril se llevó a cabo el primer plantón de periodistas independientes en el portón principal de la UCA, en homenaje a Ángel Gahona, asesinado a tiros el 20 de abril en Bluefields. Hubo pancartas, murales, flores, velas encendidas y un estado de solemnidad pocas veces visto en el gremio.
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La otra protesta ocurrió el 29 de julio en la rotonda del periodista, cuando la Asociación de Periodistas de Nicaragua convocó a un mitin en rechazo a las agresiones contra el periodismo. Además, periodistas oficialistas, bajo custodia de la policía, también se manifestaron en contra de los medios independientes, a los que acusaban de «difundir mentiras contra el gobierno».
“100 días sembrando libertad” así marchó el gremio de Artistas autoconvocados
Al calor de las protestas, que ilusionaron a todo el país con la esperanza de un cambio social, los artistas también se organizaron bajo el Movimiento de Artistas Autoconvocados, integrado por poetas, músicos, artistas plásticos, pintores y bailarines. Desde las primeras marchas se sumaron de manera independiente y siempre elaboraron pancartas con poemas, grafitis con mensajes libertarios, coreografías callejeras, conciertos móviles, retratos y pinturas, y otras expresiones artísticas.
El jueves 26 de julio, convocaron a un plantón artístico en el paso a desnivel de Rubenia, bajo el lema “100 días sembrando libertad”, que incluía recitales, danza, música testimonial y elaboración de pancartas creativas. El lugar amaneció lleno de policías y paramilitares, con patrullas y motorizados circulando por la zona. La protesta se trasladó a la zona de Metrocentro y la UCA, donde los artistas que pudieron llegar mostraron sus artes y habilidades a favor de las protestas sociales.
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