¿Dónde está Sofía?

La desaparición de Sofía Abigail Caballero Huete y su búsqueda en México ejemplifica el drama de la vulnerabilidad infantil en la migración irregular.

Por Gloria Leticia Díaz, Camelia Muñoz y Galería News

Sofía Abigail Caballero Huete, una niña nicaragüense, desapareció el 17 de mayo de 2022 mientras intentaba cruzar hacia Estados Unidos junto a su madre, Irma Yaritza Huete Iglesias, quien murió ahogada en el río Bravo. La niña tenía entonces 3 años 11 meses y había pasado semanas esperando reunirse con su padre, Hanier Caballero, quien las esperaba en territorio estadounidense.

Han transcurrido por lo menos mil días sin que se sepa dónde está la niña. Su nombre está en la lista de 121,323 personas víctimas de desaparición en el territorio mexicano que aparecen en el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) del gobierno federal, al 19 de enero. 

La inmensa mayoría de esas personas son de origen mexicano. Miles de sus familiares en todo el país salen cada día en su busca y denuncian la falta de acciones de las autoridades para investigar su desaparición y encontrarles. 

Esta investigación internacional de Proceso y Galería News pudo localizar al padre de Sofia Abigail en Wisconsin, Estados Unidos, y a su abuela paterna, en Nicaragua. Y pudo demostrar que la omisión del Estado mexicano es particularmente grave en los casos de la niñez migrante de origen centroamericano.

Sus derechos son violentados por autoridades que en algunos casos también cometen abusos contra niñas, niños y adolescentes en tránsito, ya sea que viajen acompañados por algún familiar, como es el caso de Sofía, o solos, en un número que ha ido creciendo. 

La Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho (FJEDD), organización civil con sede en México que representa a familiares de Sofía Abigail para gestionar su localización, se ha topado con “barreras para acceder a la verdad y justicia” en la búsqueda e investigación de lo ocurrido, advierte Alberto Jove Vázquez, abogado asignado al caso, considerado como desaparición forzada por tratarse de una persona menor de edad, de acuerdo con los estándares internacionales.

Este dato resalta la creciente vulnerabilidad de los menores en situaciones de migración irregular.

En 2022, la FJEDD decidió recurrir a instancias nacionales e internacionales, considerando que “traería resultados positivos en el menor tiempo posible” para encontrar a Sofía, lo que no se ha conseguido, lamenta Jove.

“Al día de hoy no sabemos en dónde está Sofía, no sabemos quiénes son los perpetradores, y las autoridades siguen teniendo muchas limitantes y más allá, sigue existiendo esta falta de voluntad política e institucional de buscar e investigar su desaparición” por parte de diversas instancias del gobierno mexicano, comenta el abogado.

Sofía Abigail con su familia: Hanier Caballero (padre) e Irma Huete (madre).

Irma Yaritza Huete, de 25 años, era una joven rural con ansias de progreso que soñaba con reunir a su familia en Estados Unidos. Ella creció en el municipio de Quilalí, del fronterizo departamento de Nueva Segovia de Nicaragua, a 280 kilómetros de la capital Managua.

Ahí conoció a su esposo Hanier Caballero cuando ambos eran adolescentes. Sofía Abigail nació el 11 de junio de 2018 en Ocotal, ciudad principal de Nueva Segovia. Es hija única. 

Hanier migró a Estados Unidos en febrero de 2022 (dos meses antes del viaje de Irma y Sofía) con la esperanza de mejorar las condiciones de vida de su familia. Profundamente unido a su hija, la describe como “la alegría” de su vida.

La mamá de Sofía, en su determinación por ofrecer un mejor futuro a la niña y aliviar la pena de la separación, decidió emprender el peligroso viaje el 8 de mayo de 2022 junto a su hermano, sacrificando todo por el bienestar de su hija.

La separación afectó tanto a Sofía, que la niña solía mirar al cielo y pedirle a la luna que la llevara “con su papito”, recuerda su abuela paterna, Elia Centeno Rivera.

Ante el evidente impacto emocional en Sofía, el papá envió 6,000 dólares para el gasto de viaje y la mamá de Sofía decidió llevarla consigo en su travesía hacia Estados Unidos.

Madre e hija emprendieron su viaje desde Ocotal, recorriendo unos 2,500 kilómetros hasta Piedras Negras, Coahuila, en la frontera norte de México. En el largo camino, atravesaron Honduras, Guatemala y México, enfrentando condiciones precarias y los riesgos constantes propios de las rutas migratorias.

La tragedia en el Río Bravo

El 17 de mayo del 2022 se registró una temperatura máxima de 38 grados en Piedras Negras, ciudad mexicana fronteriza con Eagle Pass, Texas, a donde Sofía Abigail llegó con su madre, su tío Norvin Rodolfo Huete y cerca de 90 migrantes de distintas nacionalidades. 

Piedras Negras se ubica a mil 260 kilómetros de distancia de la Ciudad de México y dos mil 186 de Tapachula, Chiapas, puntos del recorrido por el que viajó la niña llevada por su madre y su tío durante casi 30 días. 

Por la mañana de ese 17 de mayo se registró un motín en las instalaciones del Instituto Nacional de Migración de dicha ciudad fronteriza, donde las personas que estaban en el albergue incendiaron colchonetas y lograron fugarse varias de ellas.

Poco después de las 21:00 horas, cuando el grupo de migrantes se introdujo al río Bravo, Sofía pudo levantar la mirada al cielo y verlo despejado, mientras tenía ante sí la inmensidad de agua oscura.

Todo parecía tranquilo, hasta que una repentina crecida en el río aumentó su fuerza y la fuerte corriente arrastró a varios. Irma Yaritza estaba a menos de un metro de llegar al lado americano. 

Los medios de comunicación de Piedras Negras dieron a conocer el 18 de mayo el hallazgo del cuerpo de una mujer que murió ahogada. Después se sabría que era Irma Yaritza, la madre de Sofía Abigail. Pero sobre la niña no se dijo nada hasta el 25 de mayo, cuando se publicó la ficha del reporte de su desaparición. 

Horas después de encontrar el cuerpo de Irma -con los documentos de identidad de ambas en sus bolsillos- ya no había rastro de otros migrantes que aportaron los primeros testimonios, mismos que al llegar a Estados Unidos cambiaron de teléfono o dieron direcciones falsas. 

Norvin Rodolfo, hermano menor de Irma y único testigo familiar del suceso, dio una versión confusa sobre lo ocurrido. 

“Nos dijo (el coyote) que habría una balsa, pero cuando llegamos al río nos indicó que teníamos que cruzar nadando. Todo fue un caos”, declaró Norvin antes de volverse ilocalizable, según informó la organización Texas Nicaraguan Community.

Previo a la tragedia, Hanier estuvo en permanente comunicación con su esposa y un día antes hablaron de cómo y por dónde pasarían. Localizado en Wisconsin (donde reside) contó vía telefónica lo que el hermano de su esposa le dijo sobre lo ocurrido: 

Hanier Caballero, padre de Sofía

La lucha de una abuela ante la indiferencia de las autoridades nicaragüenses

El 25 de mayo, Hanier y Elia recibieron la noticia de la muerte de Irma y la desaparición forzada de Sofía. Inmediatamente, iniciaron esfuerzos para localizarla, enfrentándose a la indiferencia y falta de respuesta de las autoridades de Nicaragua y México.

Elia Centeno Rivera se ha convertido en la voz principal en la búsqueda de su nieta. Desde su hogar en Ocotal, esta mujer de fe inquebrantable ha liderado campañas, visitado oficinas gubernamentales y alzado la voz a quienes la buscan para preguntar por el caso.

“Sofía merece ser encontrada y recordada», dice con firmeza, mostrando una determinación que contrasta con el agotamiento emocional al que ha sido sometida, exacerbado por la desinformación y el maltrato institucional. A pesar de los continuos obstáculos, mantiene la esperanza de encontrar a Sofía con vida: “Yo sé que mi nieta vive. Tengo la certeza de que un día no muy lejano el Señor nos permitirá abrazarla”, afirma.

Cada vez que suena su teléfono, corre con angustia en espera de una buena noticia. No pierde las esperanzas en que un día le digan que la niña apareció, viva o muerta.

“Yo quisiera ir, pero no tengo documentos. No conozco a nadie allá. No tengo dinero para ir ¿por dónde podría comenzar? Me siento atada de manos. Claro que me gustaría hacer algo más, pero no sé cómo. A veces siento que estoy luchando contra un muro”, dijo en una entrevista a Galería News el pasado 28 de noviembre.

Hanier Caballero, devastado por la pérdida de su esposa e hija, se ha mantenido en un bajo perfil.

Trabaja en una compañía automotriz en Wisconsin, tratando de reunir los recursos necesarios para seguir buscando a Sofía. “Yo perdí a las dos mujeres de mi vida el mismo día cuando ellas solo querían volverme a ver”, confesó a su madre.

Los abuelos maternos de Sofía, Luis Adolfo Huete Herrera y Salvadora Iglesias, ambos pastores evangélicos de Quilalí, Jalapa, recuerdan con dolor el día en que su hija Irma se despidió para emprender el viaje.

“Nos pidió que oráramos por ella y por Sofía. Nunca pensamos que sería la última vez que las veríamos”, confesó en 2023 Salvadora. 

Elia describe cómo, al acudir a Migración y Extranjería en Ocotal, las respuestas parecían automatizadas: “Parecía que me contestaba un robot. Me duele aceptarlo, pero ya no espero nada de mi país”.

Primeras acciones de búsqueda

Ficha de búsqueda de Sofía Abigail Caballero

Sofía, siendo la desaparecida más pequeña documentada, se ha convertido en un rostro simbólico de la niñez migrante, exponiendo la desprotección de los menores en rutas migratorias peligrosas.

El 24 de mayo de 2022, apenas siete días después de la tragedia, la FJEDD asumió su caso.

Otra organización civil involucrada en la difusión del caso y la exigencia a las autoridades la llevan a cabo organizaciones civiles es la Texas Nicaraguan Community, cuyos integrantes denunciaron el 3 de mayo de 2024 en sus redes sociales que fueron sacados de la mesa de seguimiento del caso que encabeza la Secretaría de Gobernación de México, pese a que el padre de la niña sí los autorizó. 

Mientras que el gobierno de Nicaragua no ha emitido comunicación oficial alguna, ni se conoce de gestión diplomática sobre el tema.

Por razones de seguridad, Galería News no contactó directamente a las autoridades del régimen sandinista, pero sí indagó en sus sitios web del Ministerio de Relaciones Exteriores, Ministerio de Familia, Policía Nacional, Migración y Extranjería o Presidencia, donde no hay ninguna referencia a la desaparición forzada de la niña.

El 10 de junio de 2022, la oficina receptora de Acciones Urgentes del Comité contra las Desapariciones Forzadas de Naciones Unidas (CED, por sus siglas en inglés), recibió una comunicación de la FJEDD desde México para solicitar intervención en el caso. 

En el reporte, la organización contó que Sofía desapareció cuando era llevada en hombros por su tío, Nolvin Rodolfo Huete, al momento de cruzar el río Bravo junto con su madre Irma Yaritza y cerca de un centenar de personas.

“Cuando Sofía Abigail, su madre y su tío se estaban acercando a la orilla opuesta del río, el agua empezó a subir, lo cual generó que el tío de Sofía Abigail fuera sumergido y que la niña se soltara. Cuando el Sr. Nolvin Rodolfo Huete logró llegar y salir del río del lado estadounidense, ya no vio ni a Irma Yaritza, ni a Sofía Abigail”, apuntó la organización.

Nolvin se enteró que el 18 de mayo fue rescatado el cuerpo sin vida de su hermana “en un lugar cerca del río, en Piedras Negras”. Y según este reporte, un migrante le confió que la niña “había sido rescatada y entregada a las autoridades migratorias mexicanas, información que no ha podido ser confirmada por los familiares de Sofía Abigail”.

Las sospechas

La llamada de auxilio al CED, identificada como AU1508/2022, formaba parte de una serie de medidas de litigio estratégico llevadas a cabo de forma inmediata por la FJEDD -dedicada primordialmente a la defensa de personas en condición de movilidad- para tratar de localizar a Sofía Abigail.

La fundación recurrió en primera instancia a la Fiscalía General de la República (FGR), luego de ser nombrada por Hanier Caballero como su representante legal el 3 de junio de 2022.  Cinco días después, solicitó apoyo a la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), organismo del gobierno federal.

El 17 de junio de 2022 hubo una primera reunión entre personal de seguimiento de Acciones Urgentes del CED, autoridades de la Secretaría de Gobernación,  del estado de Coahuila, familiares de Sofía Abigail y sus representantes legales. El organismo internacional concluyó que hasta ese momento las autoridades de Coahuila “se han limitado a realizar acciones formales de solicitud de información las cuales son insuficientes e inadecuadas tomando en cuenta la vulnerabilidad extrema en la que se encuentra la niña y las circunstancias en que ocurrió su desaparición forzada”.

En la comunicación del 23 de junio de 2022 dirigida a la FJEDD, el CED expresó su preocupación de que “el Grupo Beta, dependiente del Instituto Nacional de Migración, y que se encuentra a cargo de la búsqueda de Sofía Abigail, pueda estar involucrado en los eventos” en los que ocurrió la desaparición.

Grupo Beta está integrado por personal adscrito al Instituto Nacional de Migración cuyo propósito es el auxilio a personas migrantes; tienen como tareas intervenir en salvamentos y rescates cuando se encuentran en riesgo; brindar ayuda humanitaria y primeros auxilios, orientación e incluso canalizar quejas y denuncias de personas en situación de migración ante otras autoridades.

Hasta ese momento, la corporación no había respondido a los requerimientos de la Acción Urgente, mientras que el CED contaba con información recabada por la familia de Sofía Abigail en Nicaragua, de voz de algunos migrantes que estuvieron presentes en el momento de la desaparición de la niña:

“Uno de ellos indicó que en el lugar de los hechos estaba presente la policía, incluyendo algunas personas con camiseta naranja que correspondía a los integrantes del Grupo Beta, y otro confirmó que Sofía Abigail fue rescatada junto a otra migrante y un niño de aproximadamente 4 años, quien fue llevado al hospital por la policía”.

La llamada de auxilio internacional de la FJEDD se tradujo en siete recomendaciones del CED. Entre ellas figuran “establecer, de inmediato, una estrategia integral que incluya un plan de acción y un cronograma para la búsqueda exhaustiva de la niña Sofía Abigail Caballero Huete y para la investigación exhaustiva e imparcial de su alegada desaparición, que tome en cuenta toda la información disponible, incluido el contexto en el cual ocurrió su alegada desaparición”.

El CED requirió al Estado mexicano que la estrategia integral sea “evaluada periódicamente y cumpla con los requisitos de la debida diligencia para todas las etapas del proceso de búsqueda”. También pidió determinar “acciones a realizar de manera integrada, eficiente y coordinada”, como medios y procedimientos suficientes para localizar a Sofía, y solicitó que se aplique “un enfoque diferencial” en todas las etapas de búsqueda anteponiendo el interés superior de la niñez.

Además, “asegurar que las autoridades migratorias proporcionen la información solicitada por la Comisión de Búsqueda del Estado de Coahuila de manera urgente, a la luz de la información según la cual Sofía Abigail habría sido entregada a dichas autoridades”, así como identificar a los posibles perpetradores de la desaparición forzada de la niña.

El organismo dijo que la familia y los representantes de Sofía Abigail deben ser informados en todo momento sobre las acciones de búsqueda e investigación, e involucrados en los procesos de búsqueda e investigación de su desaparición, “dándoles acceso directo a la información disponible sobre la evolución y resultados de la investigación en curso”.

El abogado Alberto Jove dice en entrevista que este camino ha estado lleno de obstáculos.

Entre los principales que se observan, es que seis meses después de que la FJEDD presentara una denuncia por la desaparición de Sofía Abigail ante la Fiscalía General de la República (FGR), esta institución se declaró incompetente para investigar el caso y la responsabilidad se trasladó a la Fiscalía General de Justicia del Estado de Coahuila.

Esto llevó a la FJEDD a someter el caso a un tedioso juicio de amparo, sin dejar de colaborar con autoridades locales, con quienes mantuvo contacto gracias al establecimiento de mesas de trabajo para el seguimiento de la Acción Urgente 1508/2022.

A través de ese mecanismo, “solicitamos que existiera un plan de búsqueda con una perspectiva de género, que considerara qué otros delitos o qué otras conductas pueden estar vinculadas a la desaparición, a la par de un plan de investigación que permitiera establecer, junto con la Fiscalía, cuáles iban a ser las hipótesis, cuáles pudieran estar vinculadas con la desaparición y empezar a descartarla”, explica el abogado.

Pero las observaciones del CED no se han materializado.

Alberto Jove Vázquez

Un padre desesperado

En la entrevista telefónica desde Wisconsin, Hanier Caballero afirma que no hay documentación oficial que confirme que se reportó debidamente lo ocurrido con Sofía. Desesperado, se quejó de que las autoridades mexicanas tardan meses en responder los oficios que envía la FJEDD.  

“Hasta el momento hemos tenido problemas con las autoridades porque enviamos oficios y en México nunca nos dan respuesta o se tardan cinco meses en hacerlo, pero no hacen nada”.

Mencionó que autoridades de México acordaron enviar la fotografía de la niña a las autoridades de Estados Unidos para que se le buscará en los albergues, pero después de un año esto no se ha realizado.

En la investigación se encontró que el nombre de Sofía Abigail no es público en el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO). Su padre se mostró sorprendido sobre ésto. 

“Yo no tengo información sobre eso. Siempre hemos tenido ese problema: como que las autoridades también puedan saber algo, pero como que no avanzan y como no es claro”, señaló molesto.

Ni la Comisión de Búsqueda de Coahuila, ni la Fiscalía de Personas Desaparecidas en la entidad pudieron explicar por qué el nombre de la niña no aparece en la versión pública de la plataforma. En respuesta a solicitudes de información la Comisión entregó el registro que se realizó oficialmente, mientras que el fiscal José Angel Herrera Cepeda mostró evidencias de que hay hasta cinco registros, pero todos están ocultos de la versión pública.

Hanier recuerda que también prevaleció la desinformación sobre las muestras de ADN que se recabaron de su esposa cuando se recuperó su cuerpo y por eso semanas después envió las de él para que, en caso de encontrar a la pequeña, se cotejara el perfil y se lograra su identificación.

Luego supo que efectivamente sí hubo muestras que quedaron en poder de las autoridades de Coahuila, antes de repatriar el cuerpo de Irma Yaritza a Nicaragua. 

Coahuila: muchos oficios sin resultados 

En respuesta a solicitudes de información, la Comisión de Búsqueda de Coahuila entregó una lista de 24 “acciones” realizadas en la investigación por la búsqueda de Sofía. Pero 22 de éstas consisten en emisión de oficios con peticiones de colaboración a otras instancias, aunque sólo envió copia de cuatro de ellos.

También informó que hubo operativos, en hospitales, albergues, hoteles, central de autobuses, se hicieron recorridos en la zona donde se localizó el cuerpo de la madre de la pequeña y se colocaron las fichas de búsqueda con el rostro de la niña. Al día de hoy no queda una sola en Piedras Negras.

En entrevista, el Fiscal de Personas Desaparecidas, José Angel Herrera Cepeda, reconoce que la Alerta Ámber se activó hasta el 25 de mayo, una semana después de la desaparición de la niña.  Esta Alerta es la herramienta de difusión oficial con la información de menores de edad que se encuentran desaparecidos o no localizados y están en riesgo inminente. 

“Se dio aviso a la Border Patrol y al Instituto Nacional de Migración, al Grupo Beta, porque ellos tienen la facilidad de tener los llamados aerobotes para realizar búsquedas y se realizaron éstas inmediatamente. El 25 de mayo se lleva a cabo la activación de la Alerta Amber y la aplicación del protocolo Alba. Son las primeras acciones de búsqueda”, expresó.

Sin embargo, la Comisión de Búsqueda de Coahuila informó en el ejercicio de transparencia que la coordinación general operativa del Centro de Comando, Control, Comunicación y Cómputo (C4) registró el reporte de auxilio con el folio 4501412 la noche del 17 de mayo. La respuesta vino de la Cruz Roja de Piedras Negras, Seguridad Pública Municipal y el Heroico Cuerpo de Bomberos. 

En este informe se indica que el Grupo Beta no hizo acto de presencia, pese a la cantidad de personas que estaban en riesgo de ahogarse y fue hasta que se encontró el cuerpo de Irma Yaritza cuando rastrearon la zona.

En las entrevistas y declaraciones recabadas por la fiscalía de Coahuila a todos los elementos de las distintas instancias que participaron en el rescate de los migrantes, ninguno dijo haber visto a Sofía Abigail.

El fiscal señaló que una de las acciones más recientes es la emisión de una ficha de búsqueda en Interpol a través de la Fiscalía General de la República, en la que se señala que las autoridades consideran que la niña pudiera estar en Canadá, Belice, Guatemala o Estados Unidos.

Ficha de Sofía en la Interpol.

“De esta forma se detona la búsqueda en el extranjero, porque son las autoridades correspondientes en el Mecanismo Exterior de Búsqueda y la fotografía de Sofía se incluyó en varias páginas de búsqueda no sólo de menores, sino mayores de edad. También nosotros tuvimos el contacto con un Marshall, que es un área del Departamento de Justicia que está colaborando en la búsqueda de Sofía y se le proporcionaron todos los datos, las fichas correspondientes y el cuestionario de vida a su papá y se cuenta con las muestras de referencia que han sido compartidas al Centro Regional de Identificación Humana y a las fiscalías de Nuevo León y Tamaulipas”, explicó el fiscal Herrera.

Herrera dijo que, aunque se abrió una carpeta de investigación por posible trata de personas en el caso de Sofía en respuesta a una petición de la FJEDD, “es necesario señalar que en Coahuila no hay un fenómeno delincuencial relacionado con la trata de menores, sí hay asuntos relacionados con la trata, pero son… nada relacionado con algún grupo delincuencial o redes de tratantes de forma internacional”.

Y afirmó que fue presentado un informe de avances sobre la búsqueda al Comité Contra la Desaparición Forzada de la ONU, pero no dio detalles del mismo. 

El caso llega a tribunales

La Fundación para la Justicia interpuso un juicio de amparo (el 102/2034) en el Juzgado Cuarto de Distrito de Amparo en Materia Penal con sede en la Ciudad de México, ante la resistencia de la Fiscalía General de la República (FGR) para investigar la desaparición de Sofía Abigail.

En su resolución, el juzgado determinó que la decisión de la FGR ha frenado las acciones de búsqueda y de investigación y también ha vulnerado el derecho a defender derechos humanos. 

Yesenia Valdez Flores, coordinadora de Defensa Integral de la FJEDD, narra que inicialmente la denuncia por la desaparición de la niña fue presentada ante la Fiscalía Especializada para la Investigación de Delitos Relacionados con Personas Migrantes y Refugiados, que es la que normalmente atiende casos de migrantes desaparecidos. Pero la fiscalía declinó la competencia y la envió a la Fiscalía estatal en Coahuila, que integra la carpeta de investigación COA/FG/XX/PGE/2022/AB-68609.

La FJEDD se inconformó ante esa decsi se supone que es paraisión. Entonces, la FGR abrió una investigación en la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra), FED/FEMMDH/FEVIMTRA-COAH/0001578/2022, el 17 de junio de 2022. Y es que la Fundación tuvo información de que “había una red encabezada por Migración, que traficaba con menores, y entonces también solicitamos que conociera Fevimtra”, apunta Valdez Flores.

Sin embargo, el 14 de diciembre del mismo año la FGR de nuevo declinó competencia a favor de la fiscalía de Coahuila. Así que la FJEDD tramitó un amparo, en tanto que la fiscalía estatal integró otra carpeta de investigación en la fiscalía especia sobre trata de personas,  apunta Valdez Flores.

El 8 de septiembre de 2023, el Poder Judicial federal dio la razón a la organización en el juicio de amparo. Concluyó que la Fiscalía General de Justicia del Estado de Coahuila “no demostró haber emitido algún pronunciamiento por escrito, en el que fundara y motivara los motivos por los cuales consideró que efectivamente, debe seguir conociendo de la indagatoria FED/FEMDH/FEVIMTRA-COAH/OOO1578/2022”. Eso dejó en estado de indefensión a los solicitantes en sus derechos fundamentales. 

Yesenia Valdez explica que, como resultado de la sentencia de amparo, se determina que “se tienen que agotar todas las diligencias para determinar que no hay responsabilidad de autoridades federales, pero obviamente pues haciendo una búsqueda de Sofía”.

Más de un año después, a principios de noviembre de 2024, la FGR informó a la Fundación que ya inició una carpeta de investigación en la Fiscalía Especial en Investigación de Delitos de Desaparición Forzada (FEIDDF), para cumplir la sentencia de amparo.

Valdez señala que, al haber indicios de presunto involucramiento de elementos del INM en la desaparición de Sofía Abigail, la federación tenía competencia para investigar hasta “determinar si había o no funcionarios involucrados”.

Grupo Beta ¿involucrado en la desaparición de Sofía?

La falta de información por parte del Grupo Beta en Piedras Negras sobre el caso de Sofía Abigail ha prendido las señales de alarma sobre si efectivamente pudo estar relacionado con su desaparición.

Información obtenida por esta reportera, clasificada como “CONFIDENCIAL”, refiere que aunque el Grupo Beta en Piedras Negras ha negado tener conocimiento del caso, testimonios de migrantes que han recabado los familiares de Sofía señalan lo contrario.

El 25 de mayo de 2022, la entonces responsable de la Comisión de Búsqueda del Estado de Coahuila en Piedras Negras, Dora Sofía Menchaca Torres, requirió a la oficina adscrita al Instituto Nacional de Migración (INM) si contaba con “algún dato en su registro y/o bases de datos” sobre Sofía Abigail Caballero Huete, de quien hace la descripción de la pequeña, acompañada de una ficha de búsqueda, con su foto.  

Ante la falta de respuesta, la funcionaria volvió a pedir la información en otro oficio OF/CBE/1491/2021, de fecha 21 de junio de 2022, en el que marcó la solicitud de información de manera “URGENTE” -en mayúsculas, negritas y subrayado- sobre el paradero de Sofía Abigail, desaparecida “en las aguas del río Bravo en esta ciudad de Piedras Negras, al tratar de ingresar de manera ilegal a los Estados Unidos Americanos (sic)”.

Menchaca requirió al coordinador del Grupo Beta informar si personal a su cargo participó “en el rescate de personas nacionales o connacionales que intentaron ingresar de manera ilegal” a Estados Unidos, cruzando el río Bravo el 17 de mayo de 2022, y de ser así, proporcionar los nombres de los agentes que acudieron al lugar.

Así mismo, se le pidió al coordinador del Grupo Beta informar si contaba con “registro de personas localizadas sin vida, en días posteriores a la fecha 17 de mayo del 2022, relacionados con personas menores de edad de sexo femenino”. 

Fue hasta el 27 de junio cuando se le entregó la respuesta del coordinador de Grupo Beta en Piedras Negras, Héctor Godínez Guerra, en el oficio de un párrafo INM/GBPN/084/2022, donde se asentó que “no se encontró registro alguno en la base de datos de este Grupo Beta de Protección al Migrante que pudiese ayudar” en la localización de Sofía Abigail.

En la respuesta, “por instrucciones superiores”, Godínez Guerra reconoció que a las 22:35 horas del 17 de mayo de 2022, recibió el reporte 4501415 del Centro de Cómputo, Control y Comando (C-4) por el que se informaba que “entre las calles Lilas y Moras, sin número de la colonia Morelos (…) se encontraban varias personas ahogándose en las aguas del río Bravo, por lo que se requería de la presencia de personal de este Grupo Beta en el lugar”.

El coordinador indicó que ante el llamado de auxilio, comisionó a dos agentes, “René Julián Martínez Guadalajara y a Edgar Fabián Gauna Bedoy, los cuales procedieron a dirigirse al lugar (…) en unidad oficial sin observar ninguna novedad”.

Según el relato, los agentes procedieron a recorrer la vereda del río “llegando al punto conocido como ‘El Molcajete’, lugar donde se encontraban elementos de Protección Civil Municipal, una ambulancia del Heroico Cuerpo de Bomberos y elementos de la Policía Civil Especializada”, sitio donde escucharon gritos de auxilio provenientes del islote que se encuentra en el río.

Con equipo de rescate acuático, los agentes observaron que del lado estadunidense había personas que habían logrado cruzar la frontera, por lo que regresaron a la parte mexicana del río, donde estaban las unidades de auxilio, “percatándose que se encontraban dos personas del sexo masculino y dos personas del sexo femenino”, que eran atendidas por personal que tripulaba la ambulancia y por integrantes de la Policía Especializada de Coahuila.

Según el escrito, los agentes migratorios “brindaron orientación y asistencia social a los 04 migrantes que se encontraban en tierra firme del lado mexicano consistente en el traslado a la Central Camionera de esta ciudad de Piedras Negras, Coahuila”.

Las mujeres atendidas eran adultas, una procedente de Nicaragua y la otra de Guatemala, y los dos hombres eran un adulto y un menor, padre e hijo, originarios de Ecuador, según el reporte.

El coordinador del Grupo Beta agregó en el documento que “no se cuenta con ningún registro de personas localizadas sin vida, en días posteriores al 17 de mayo de 2022, de menores de edad, del sexo femenino”.

un símbolo de lucha

A pesar de la falta de resultados, el caso de Sofía ha puesto un rostro humano a la crisis de los menores migrantes desaparecidos.

El padre de Sofía Abigail hace un balance y afirma que hay desinterés de las autoridades ante las gestiones hechas a través de la FJEDD para buscar a Sofía.

“Cada vez que se hace una solicitud hay que esperar a que se apruebe. Por ejemplo la Fundación (FJEDD) puede solicitar eso, porque ellos son el medio para poder llegar a las autoridades, y ya depende de estas autoridades si se mueven o no se mueven y la Fundación lo que hace es estar recordando; hemos tenido las reuniones con las autoridades y la Fundación recalca otra vez los puntos: ¿qué pasó con la búsqueda que se ha programado para tal día y que no se hizo? Entonces las autoridades solo dan excusas de que todavía no se puede, de que no tienen este equipo. Siempre excusa y excusa y quedamos ahí… pasaron los meses y el año y con excusas”, expresó.

El padre de Sofía Abigail envió un mensaje a las autoridades de Coahuila y a las del gobierno mexicano para que se movilicen, ya que aseguró que las familias de migrantes pasan por situaciones similares a las que ahora él vive desde hace más de dos años que perdió a su esposa y su hija.

Hanier Caballero, padre de Sofía

Hanier agregó que no se trata sólo de dejar los documentos escritos por todas partes, y advierte que él no acepta que “Sofy”, como la llaman cariñosamente, ya no está con vida.

 “Porque mientras no haya algo que nos confirme a nosotros, no podemos parar de buscar a la niña. Siempre vamos a insistir y si ellos (las autoridades) son los que pueden y tienen el poder de hacerlo, son de las autoridades que nos podemos agarrar aquí. ¿A dónde más podemos acudir si ellos son los que nos pueden ayudar en las búsquedas y ellos tienen el derecho y el poder moverse?”.

El migrante vio truncado el objetivo que planeó con su familia: trabajar en Estados Unidos, después de arriesgarse a llegar hasta ahí, para ofrecerles una seguridad económica y bienestar que no tenían en Nicaragua.

La FJEDD y otras organizaciones continúan exigiendo a las autoridades mexicanas y nicaragüenses que no abandonen la búsqueda y que refuercen las políticas de protección infantil en contextos migratorios.

“Es una lucha que no podemos abandonar. Sofía representa a miles de niños y niñas que merecen ser encontrados y protegidos”, declaró Ana Lorena Delgadillo.

La abuela Elia, quien no pierde la esperanza, concluye: “Sofía es la alegría de nuestra familia. Vamos a seguir luchando hasta encontrarla, porque ella merece ser encontrada y recordada”.