Marvin Vargas, conocido como el “Cachorro”, fue detenido el 8 de mayo de 2011 en Estelí, Nicaragua, acusado por un delito común. Sin embargo, la acusación ocultaba motivaciones políticas. Vargas fue un soldado voluntario del Servicio Militar que a sus 16 años se fue a la guerra, en 1987.
Cuando se desmovilizó, como a todos los que depusieron las armas, les ofrecieron beneficios que nunca le cumplieron y terminó en la pobreza.
Vargas vendió periódicos, acarreó mercadería en los mercados y trabajó como chofer de taxi. Tras el regreso de Daniel Ortega en 2007, se asoció con otros desmovilizados para formar la Fundación de Veteranos de Guerra del Servicio Militar Patriótico y demandar apoyo del nuevo régimen al que defendieron con las armas en la guerra.
Ortega nunca los recibió ni escuchó sus demandas, como si lo hizo con un grupo de Contras y ex
miembros del Ejército a quienes Ortega les otorgó tierras, puestos de trabajo y pensiones de guerra.
Esa discriminación molestó profundamente a Vargas y sus miembros, quienes desde 2010 se lanzaron a protestar: hicieron marchas, tomaron áreas verdes, dieron entrevistas y hasta crearon un campamento de champas y hamacas para llamar la atención sobre sus demandas.
La rebeldía de los exsoldados atrajo la atención de Ortega, pero de la peor manera: lanzó a sus rabiosos policías a reprimir las protestas, pero los desmovilizados se defendieron y sostuvieron las protestas hasta que la dictadura les prometió revisar sus casos para desmovilizarlos.
El 8 de mayo de 2011, a Vargas lo apresaron en un operativo de 10 patrullas y 50 policías en Estelí, acusado de estafa.
De acuerdo con el expediente judicial, un socio suyo en un negocio de cambio de dólares, Juan Carlos Canales, lo acusó de estafarlo con tres mil dólares falsos.
Familiares del “Cachorro” buscaron al supuesto socio, pero nunca encontraron a alguien que respondiera a ese nombre.
La acusación penal fue por estafa, pero a Vargas no le permitieron solucionar el problema pagando la suma adeudada como la ley lo contempla, porque la policía y fiscalía señalaron que “protegieron” a la “víctima”.
Foto ensayo: Nicaragua despierta con ansias de democracia
Marvin Vargas "El Cachorro" condena tras condena sin delitos comprobados
Los abogados de la familia batallaron en los juzgados y lograron cuatro veces órdenes de libertad para Marvin Vargas, por ser un delito menor, pero el Sistema Penitenciario nunca acató las resoluciones judiciales.
Los abogados de la familia batallaron en los juzgados y lograron cuatro veces órdenes de libertad para Marvin Vargas, por ser un delito menor, pero el Sistema Penitenciario nunca acató las resoluciones judiciales.
En noviembre de 2016, cuando terminó de cumplir su condena inicial por el delito de estafa que le imputaron, enfrentó una acusación nueva dentro del sistema penitenciario.
Desde 2012 organizaciones como internacionales y nicaragüenses han documentado el caso de Marvin Vargas, como un caso político en represalia a su lucha por reivindicar los derechos
de los ex combatientes históricos del Frente Sandinista de Liberación Nacional , FSLN.
En mayo de 2017 lo acusaron y dos meses después, en junio de ese año, lo condenaron a 12 años y ocho meses de prisión.
Desde entonces, Vargas ha sido recluido en la sección de máxima seguridad conocida como “La 300” y “El Infiernillo”.
Hasta la fecha, Marvin Vargas lleva 13 años detenido, lo que se traduce en aproximadamente 156 meses en prisión.
Su detención ha sido prolongada debido a la negativa del régimen nicaragüense de revisar su caso de manera imparcial y la falta de acceso a un juicio justo y transparente.