La incansable lucha de las Madres de Abril

Managua, Nicaragua, 05 de marzo de 2021. A casi tres años de pedir justicia por la vida de sus hijos arrebatadas cruelmente por la dictadura de Daniel Ortega, las Madres de Abril siguen luchando porque tienen la esperanza de que un día la memoria de sus seres más amados pueda descansar en plena paz, al ver una Nicaragua democrática, el motivo por el cual terminaron con sus vidas. Por: María Gómez Mejía Ver a las Madres de Abril es recordar a miles de jóvenes arropados con la bandera de Nicaragua desfilando con pancartas, globos y música por las principales calles de la capital para exigir la salida de la “cruel dictadura”. Eran los meses en los que pese a la violenta represión todavía se podía marchar. Luego del ...

Managua, Nicaragua, 05 de marzo de 2021. A casi tres años de pedir justicia por la vida de sus hijos arrebatadas cruelmente por la dictadura de Daniel Ortega, las Madres de Abril siguen luchando porque tienen la esperanza de que un día la memoria de sus seres más amados pueda descansar en plena paz, al ver una Nicaragua democrática, el motivo por el cual terminaron con sus vidas.

Por: María Gómez Mejía

Ver a las Madres de Abril es recordar a miles de jóvenes arropados con la bandera de Nicaragua desfilando con pancartas, globos y música por las principales calles de la capital para exigir la salida de la “cruel dictadura”. Eran los meses en los que pese a la violenta represión todavía se podía marchar.

Marcha de las Madres de Abril 2018 Foto Tomada de internet

Luego del asesinato de cientos de jóvenes que participaban de las protestas contra Daniel Ortega y Rosario Murillo en 2018, el color negro pasó a ser el uniforme de cientos de mujeres que clamaban justicia, mientras con sus manos alzaban las fotografías de sus hijos cobijados con el azul y blanco.

Muchas lloraban sobre las pancartas creadas para honrar a los nuevos héroes de Nicaragua, que querían “patria libre y vivir”.

Madres de Abril exigen justicia Foto Tomada de internet

“Las Madres no se rinden exigen justicia”, ha sido la consigna que las caracteriza, pues después de arrebatarles lo más valioso en sus vidas la sancionada Policía Nacional las lastimaron, las amenazaron y las intentaron humillar, pero el coraje de una madre es imposible de detener. Tuvieron que dejar las calles porque ya no había seguridad para ellas, pero desde sus espacios siguen en pie de lucha pidiendo justicia y que los culpables sean procesados por las leyes.

La imagen de ver a las mares protestando desde la rotonda Cristo Rey hasta la rotonda Rubén Darío, en la ciudad de Managua es volver a ver las escenas del documental de la dictadura en Argentina de Jorge Rafael Videla (1976-1981), donde las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo caminaban con las fotografías de sus hijos e hijas sobre sus hombros porque los habían desaparecidos. Exigían recuperar el cuerpo de sus familiares y luego establecer quienes fueron los responsables de los “crímenes de lesa humanidad”.  

Madres de Abril exigen justicia Foto DW

Las Madres de Abril en Nicaragua nunca han estado solas en su lucha porque los jóvenes, estudiantes y exiliados desde cualquier parte del mundo se unen a la voz de estas mujeres no que no cesan un solo día de pedir justicia y democracia para Nicaragua. Sus rostros llenos de dolor jamás se borrarán de la mente de miles de nicaragüenses que se han identificado con la rebelión pacífica de abril de 2018, ni nadie les podrá devolver el fruto de su vientre.

El primer plantón de las madres de las víctimas de la dictadura se organizó el 10 de mayo de 2018, bajo el lema ¡Ni un asesinato más, no más masacre!, ¡justicia! Este se extendió casi todo el mes. Se realizaron plantones el 15, el 17, el 24 y se cerró con la “Madre de todas las Marchas” el 30 de mayo. Luego el siete de junio se denunció la masacre contra los jóvenes en Nicaragua.

Madres, abuelas, tías y amigas de las víctimas cargaban cárteles con los rostros de los estudiantes y ciudadanos asesinados. En señal de protesta, las mujeres dieron la vuelta a la rotonda Rubén Darío mientras exclamaban: “No fueron homicidios, fueron asesinatos”, ya que la pareja presidencial nunca los reconoció como tal.

También le gritaban al régimen y a los oficiales de la sancionada institución policial que siempre se hacen acompañar paramilitares, que sus hijos “no eran delincuentes, eran estudiantes” y que salieron a protestar por un país democrático.

Para la investigadora feminista Ana María Pizarro “las madres están reclamando un derecho legítimo que está establecido en nuestras leyes. Justicia por el asesinato y tortura de la que fueron víctimas sus hijos, además la aparición con vida de los que están desaparecidos, la entrega de cadáveres sin ninguna condición de no reclamo y la realización de una investigación independiente para esclarecer los hechos”.

Pizarro ha acompañado la lucha de estas mujeres que no descansaran hasta lograr justicia.

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